Al referirse a nuestra área es
frecuente encontrar distintos modos de nombrarla. En la educación superior peruana
encontramos asignaturas como Nivelación en Matemáticas, Matemática Básica,
Matemáticas Básicas, Matemática, Matemáticas I, etc. A nivel escolar en las
pruebas PISA se evalúa la competencia matemática y en documentos curriculares
como los mapas de progreso y rutas del aprendizaje se hablan del área
matemática. Se le nombra en singular pero también en plural. Algo similar
encontramos en los títulos de algunos textos como Matemáticas aplicadas a la
administración y la economía de Arya y Lardner[1]
o los de Matemática de la colección Coveñas.
Se puede hablar de matemática o
de matemáticas. Una búsqueda en el diccionario de la RAE arroja “matemática: ciencia
deductiva que estudia las propiedades de los entes abstractos, como números,
figuras geométricas o símbolos, y sus relaciones”[2].
El término aparece en singular aunque se señala que es más usado en plural pero
con el mismo significado.
Cuando usamos el término matemática hacemos referencia a ella
como una ciencia formal. Esto es como conocimiento racional, verificable y
organizado que hace uso de entes formales y establece relaciones entre ellos.
La matemática trata de entes que, bien sean abstractos o interpretados, solo
existen en la mente humana. Por abstracción podemos establecer correspondencias
entre estos entes formales y objetos de la realidad. Debido a esto es que
diferentes ciencias sociales hacen uso de la matemática como herramienta para
medir, interpretar, modelar y predecir relaciones entre las variables
involucradas en sus objetos de estudio.
Russell señalaba que el estudio
de la matemática puede proseguirse en dos direcciones opuestas. Una
constructiva con una complejidad gradualmente creciente que va desde el estudio
de los números naturales hasta la matemática superior y otra analítica que
avanza hacia un grado cada vez mayor de abstracción y de simplicidad lógica. La
primera, que llama matemática corriente, deduce a partir de definiciones y
postulados iniciales; la segunda, alineada con la filosofía matemática, se
pregunta a partir de qué ideas y principios generales se podrían deducir las
definiciones y postulados de los que partimos.
Cuando usamos el término matemáticas nos referimos a las
distintas ramas que ella comprende. Así tenemos que matemáticas como la
Aritmética, el Álgebra, la Geometría, la Trigonometría, la Estadística y el
Cálculo son, entre otras, algunas de las ramas más conocidas de la matemática.
Cada una de ellas persigue un objeto particular de estudio. Así por ejemplo la
Trigonometría estudia la relación entre las magnitudes lineales y angulares por
medio de las llamadas razones trigonométricas. Según Hilbert el único modo
razonable de definir a las matemáticas es mediante una descripción de la
actividad matemática. Esto nos lleva a que, para definir las matemáticas,
debemos conocer algunos de los términos u objetos de las que ella hace uso en
su actividad. De aquí que el uso del plural se adecua más cuando nos referimos
a las matemáticas aplicadas o a incluir varias ramas de ellas en una misma
asignatura o texto.
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